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martes, 2 de septiembre de 2014

Soñar no cuesta nada...pero a veces publicar si.

Bueno, luego de meses de gestación, he dado a luz a mi primer hijo literario. 
Si tengo que explicar lo que siento, tal vez no logre transmitirles lo que en verdad tengo rebotando de un lado al otro en mi interior, intentando encontrar una salida antes de explotar a causa de la alegría.
Buscaré simplemente contarles lo que este nacimiento significa para mí.
Me da un inmenso placer poder compartir con ustedes lo que imagino, lo que veo dentro de mi mente y transcribo al papel. 
Presentarles a los personajes con los que he convivido días y noches enteras, sufriendo y disfrutando con ellos, escuchando todo lo que les sucedía, lo que los hacía felices, las situaciones límites que me llevaban a pensar que todo estaba perdido, los momentos de tensión y la inigualable sensación de tener el privilegio de ser la única observadora mientras hacían el amor, me llena de orgullo. 
No es muy loco aferrarse al concepto  de "parto" cuando en realidad es, básicamente, esa la percepción del desarraigo que vivo al mostrarle al mundo la intimidad compartida entre ellos y yo por el largo período de coexistir en una dimensión paralela y propia.
Hoy abro la puerta y dejo que los conozcan, y junto a ellos a la historia que me atrapó, que podría ser la de cualquiera.
Espero con toda mi alma que les agrade y les pido disculpas por los errores que puedan encontrar en ella. Como toda madre primeriza, fui aprendiendo sobre la marcha y esto es lo que surgió.
¡¡Que la disfruten!!

Gracias. Marta D´Arguello.


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